La mirada y la interpretación de Oscar Andrés De Masi, arqueógrafo

jueves, 27 de agosto de 2015

Tumba de Jorge Newbery





Lo que te muestro ahora es el mausoleo del Ingeniero Jorge Newbery en el cementerio de la Chacarita, inaugurado en 1937, con motivo del traslado de los restos del pionero de nuestra aviación, que había muerto en 1914 y fue sepultado, primeramente, en la Recoleta, en una bóveda prestada (en texto separado podrás leer detalles de sus funerales)
El conjunto escultórico principal, ejecutado en bronce y según los cánones académicos del "verismo", pertenece al escultor argentino Hernán Cullen Ayerza. El monumento funerario se costeó con una suscripción popular y sufrió diversas vicisitudes que lo desajustaron respecto del más ambicioso proyecto original con el cual HCA ganó el respectivo concurso. En unos días te daré más información.
Pero me interesa, de momento, compartir contigo una interpretación absolutamente personal de este monumento. Vamos a analizarlo:
1.Lla figura humana yacente, magnífica, donde resaltan los valores de claroscuro en los planos de la piel y músculos  (no hay dudas de su adscripción "verista" como dije arriba) representa a Newbery, que, post mortem,  ha sufrido aquello que los griegos y los romanos llamaban una "metamorfosis", es decir, una transformación física. Es una especie de Dédalo o Ïcaro caído, cuyos brazos han mutado en alas. No te olvides que Newbery falleció en un accidente de aviación en Los Tamarindos, Mendoza.
2.Newbery está caído a los pies de un peñón andino, vale decir, que no pudo concretar la hazaña que estaba a punto de lograr, de cruzar los Andes en aeroplano. Por esa razón se hallaba en esos días de febrero de 1914 en Mendoza, efectuando mediciones de vientos y demás variables en el terreno.
3.Sobre el peñón se posan cinco cóndores andinos con expresión de sorpresa ante ese cadáver semihumano. De los cinco cóndores, cuatro se hallan más o menos agrupados, y el quinto se separa del grupo...
Siempre me llamó la atención esta disposición de las aves en el peñón...
¿Fue un capricho del escultor? ¿Obedeció a un motivo compositivo predeterminado?
Conociendo a Cullen Ayerza y su inclinación por la ironía y el doble sentido tras la realidad visible, no debía descartar, iconológicamente como diría Panofsky, una lectura interlineal del tema. Y, en efecto (y aquí está mi interpretación personal y enteramente empírica) tras mirar y mirar decenas de veces el conjunto (en especial desde cierta distancia y en el eje que ves en la foto) pienso que  el peñón y los cóndores son, en realidad, una mano gigante  con sus concho dedos que se cierne sobre el héroe derrotado. Como si la mismísima cordillera hubiera arrebatado a Newbery con la mano de un destino trágico.
La separación del quinto cóndor  obedece, así, a la lógica anatómica de ubicarse como el pulgar oponible de una mano.
He aquí "mi" interpretación. Te invito a construir "tu" interpretación. Si visitás el sitio (y, de paso, rendís tributo a Newbery), tanto mejor.








1 comentario: